Es frecuente encontrar muchos libros impresos o incluso textos en internet, generalmente escritos en países con climas de estaciones, que se denominan Cultivo o Guías de plantas de interior, y en estos se describen e ilustran las principales especies usadas para tal fin, siendo común encontrar desde numerosas plantas de follaje, suculentas, cactus, incluso árboles y muchas plantas de floración llamativa como orquídeas, margaritas, begonias, anturios, bromelias, entre otras.
Sin embargo, normalmente estas especies se compran en viveros comerciales y se llevan a las viviendas durante algunos meses (primavera, verano o en otoño) y cuando llega la época de invierno, cuando las temperaturas son extremadamente bajas se descartan y al año siguiente se renuevan. Esta es una dinámica particular de cultivo que se da en dichos países con climas de estaciones, y permite el uso de un sinnúmero de especies, dado que el tiempo de uso es relativamente corto, lo cual no sucede en países tropicales como Colombia, donde las condiciones de temperatura son más homogéneas, así sean altas como en zonas llamadas de tierra caliente o bajas, en zonas de clima frío; y por consiguiente, se espera que las plantas al interior permanezcan siempre florecidas durante todo el año y más, lo que naturalmente raramente sucede.
Cuando hacemos referencia al interior de una vivienda u oficina, nos estamos refiriendo a un ambiente donde las condiciones de luminosidad, humedad, aireación y temperatura, son limitadas o condicionantes. En ocasiones se tienen espacios donde nunca llega la luz del sol directamente o por supuesto no cae la lluvia, la circulación del aire es limitada y las temperaturas pueden ser muy altas o muy bajas. Es decir, no se dan las condiciones naturales que se presentan en el exterior donde las plantas han evolucionado o desarrollado. Lo más parecido a las condiciones de interior, sería el interior de un bosque que, en el caso de climas tropicales, el interior de los bosques, denominado como “sotobosque”, se presenta una circulación de aire, cae la lluvia tamizada y en ocasiones se filtran algunos rayos de sol.
Si bien, las condiciones de interior en las viviendas y oficinas son limitantes, esto no se puede generalizar, y en ellas se encuentran lugares de transición con una mayor aireación o circulación de aire, como pueden ser los corredores, patios internos, ventanas y balcones, donde incluso logra llegar parte de la lluvia y unas cuantas horas de luz solar.
Otro aspecto a tener en cuenta, es que las plantas o más propiamente las especies vegetales tienen unos ciclos de vida particulares, en dichos ciclos tienen etapas vegetativas (donde predomina su follaje) y etapas reproductivas (donde predomina la floración o producción de esporas). Según estos ciclos las plantas con flores pueden ser anuales, bianuales o vivir por muchos años (plantas perennes). Las plantas de ciclo corto (1 0 2 años), germinan, forman el follaje durante unos meses y luego florecen, en ocasiones producen frutos y semillas, y mueren. En el caso de plantas de ciclo largo, hay especies que tienen varios ciclos de floración y estos se repiten cada cierto tiempo durante la vida de la planta, éstas se denominan “Pleonanticas”, y hay otras que solo tienen un evento reproductivo, donde generan una gran inflorescencia, producen semillas y luego mueren, como es el caso de algunas especies de bromelias y algunas palmas, por ejemplo, la llamada palma Cola de Pescado (Caryota urens); este tipo de plantas se denominan “Hapaxanticas”. Otras dos nuevas palabras raras para jardineros no botánicos.
Para sintetizar las ideas, se podría decir que cualquier planta sirve PARA interior y puede ser exhibida en una vivienda u oficina. La pregunta es ¿durante cuánto tiempo? En el caso de plantas atractivas por su floración, hay especies donde ésta es de solo uno o dos días o bien unas pocas semanas, y que requieren del sol para florecer, este será el tiempo que se podrán lucir al interior de un espacio y posteriormente se deberán llevar al exterior para repetir su ciclo o reproducirse nuevamente, como en el caso de plantas anuales o bianuales que, generalmente, son originarias de climas con estaciones. Cuando el atractivo es su follaje, y este requiere de abundante humedad, como es el caso de muchos helechos, o follajes coloridos que dependen de la luz solar, como suceden en los Crotos (Codiaeun variegatum) y los Carey (Cordyline spp.), estos soportarán solo algunas semanas o pocos meses sin perder su exuberancia o colorido, y deberán ser ubicados nuevamente en el exterior para recuperarse.
Otro ejemplo de especies que se emplean como plantas ornamentales PARA interior, son el caso de algunas especies arbóreas, es decir árboles o incluso grandes palmas, los cuales durante sus primeros años de crecimiento pueden soportan la sombra y estar cultivadas en recipientes o materos; pero si se desea que estos continúen su ciclo de vida, deberán ser llevados al exterior. En ocasiones estas especies arbóreas, podrán manejarse con la técnica de bonsái y ser de porte pequeño, o bien ser bonsái de gran formato. Sin embargo, si igualmente son especies de floración atractiva, muy seguramente han de requerir períodos donde reciban bastantes horas de sol y esto, por consiguiente, será en el exterior.
Por el contrario, están las especies que se han adaptado a crecer dentro de los bosques, a la sombra de los árboles, y por ende se han podido adaptar a las condiciones DE interior, y se pueden cultivar durante prolongados períodos, muchos meses o incluso años. De este grupo, que podemos denominar de sombra, muchas de ellas su valor ornamental radica en su atractivo follaje y otras, en cambio, se resaltan por sus vistosas flores. Y como no es posible generalizar, surge otro concepto que es el de la “plasticidad” de las especies, que en este caso hace referencia a aquellas que se desarrollan bien tanto en condiciones de interior como en exterior y a pleno sol. Ejemplo de ello, varias especies de la familia ASPARAGACEAE, como las Dracenas, lengua de suegra y palma yuca, entre otras.
Cuando su valor ornamental se destaca por su atractivo follaje, se logra observar variados tonos de verde o incluso gamas de café, granate o rojizo, con diseños variegados o patrones geométricos como sucede en múltiples variedades de la especie Begonia rex y el amplio y variado grupo de las calateas y marantas, plantas tropicales por excelencia. Así mismo, se observan diferentes tamaños, desde hojas diminutas como algunas peperomias, algunas suculentas, helechos como los cilantrillos, hasta grandes hojas semejantes a las orejas de un elefante, como es el caso de algunas especies de la familia ARACEAE, donde encontramos los bores, filodendros y alocasias, entre otros. O también diferentes formas, desde hojas redondeadas, acorazonadas, triangulares, etc., con texturas opacas o brillantes que engalanan cualquier habitación o espacio DE interior.
Por su parte, cuando el atractivo es la floración se destacan por ejemplo los famosos Anturios, con sus variadas inflorescencias en tonos de rojo, rosado, blanco, morado hasta marrón oscuro, casi negro. Así mismo, encontramos las numerosas especies de las familias Orchidaceae, Bromeliaceae y Begoniaceae, que producen vistosas y coloridas flores de reconocido y prestigioso valor ornamental.
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