Como ha sido habitual, al momento de abordar la redacción de los textos o artículos para la revista, en cada uno de los grupos botánicos o especies de plantas en particular, además de retomar nuestra experiencia, consultar a los expertos en cada respectivo grupo, es realizar en lo posible una revisión lo más extensa y actualizada de la literatura disponible al respecto, en esta ocasión la inspección en el Centro de documentación de la Fundación Ezwama, algunas bibliotecas cercanas y la búsqueda en internet no ha sido la excepción. Me extiendo en esta explicación, porque particularmente cuando me di a la tarea de escribir sobre “plantas carnívoras”, a parte de los muchos textos que hay sobre el tema, destacamos y recomendamos dos libros disponibles en internet, con una amplia y detallada información sobre las principales especies que presentan este tipo de alimentación, y que están amplia y bellamente ilustrados con excelentes fotografías.
Hacemos referencia a: “El gran libro de las plantas carnívoras: elección, ambientación y cuidados. GERARD BLONDEAU, 2003, con traducción de Sonia A. Fernández, Editorial De Vecchi, 2004. Y “Plantas Carnívoras: Clasificación, origen, cultivo y plagas.” MARCEL LECUOFLE, 2006, con traducción de Manuel Pijoan, Ediciones Omega S.A. 2007.
En primer lugar, acerca de este especial y diverso grupo de plantas, cabe precisar que las plantas carnívoras o insectívoras, como también se les ha llegado a denominar, son plantas generalmente pequeñas de suelos muy húmedos a inundados, consideradas acuáticas como tal, capaces de asimilar sustancias orgánicas mediante enzimas o bacterias a través de sus hojas modificadas para tal fin. De hecho, no existen flores carnívoras; y en ocasiones son confundidas con otras especies que también presentan estrategias de atracción de los insectos polinizadores, exhibiendo flores de formas grotescas o con olor a “carne descompuesta”, como sucede en varias especies de los géneros Aristolochia (Flia. ARISTOLOCHIACEAE), Amorfophallus y Dracontium (Familia ARACEAE) y del género Orbea (Familia APOCYNACEAE), que no poseen dicha cualidad de alimentarse a través de sus hojas.
Cultivar plantas carnívoras, puede ser un “hobby” dentro de la jardinería que permite maravillarse ante la singularidad de sus formas o la originalidad de las estrategias para atrapar a sus presas, que bien se podría pensar que se trata de seres de otro planeta. De gran interés para botánicos estudiosos y de tradición para el público en general, y muy apreciadas por los niños, quienes las consideran una “mascota”; pero que, a propósito, se trata de plantas muy delicadas, por ejemplo no se deben forzar las trampas con elementos artificiales, puesto que requieren de 2 a 3 días para volverse a abrir, y cuando atrapan un insecto natural, su asimilación tarda de 2 a 3 semanas, para luego abrirse, ciclo que se da solo 4 a 5 veces durante la vida de cada hoja, que luego se marchita para ser reemplazada por una nueva. Así mismo, sus atractivas formas y colores, son un apasionante reto para fotógrafos profesionales o aficionados, sensibles a este tipo de plantas.
Las plantas carnívoras tienen orígenes evolutivos diferentes, y se reconocen en el mundo un poco más de 600 especies agrupadas en 17 géneros pertenecientes a 8 familias, que presentan particulares floraciones, pero grandes diferencias entre ellas; sin embargo, una forma sencilla de reconocer los principales géneros a los que pertenecen las especies que más se cultivan como plantas ornamentales en Colombia, es por medio de sus hojas y las estrategias que han adoptado para capturar sus presas, generalmente pequeños insectos, que dicho sea de paso, son fundamentales para su polinización y por ende la producción de semillas.
Ejemplo de géneros con especies de flores “olorosas” y que NO son plantas carnívoras.

Aristolochia spp.

Amorphophallus spp.

Dracontium spp.

Orbea spp.
PRINCIPALES TIPOS DE TRAMPAS:
1. Trampas activas:
1.1 Trampas activas de mandíbula: En esta categoría se encuentran las plantas más conocidas y características del grupo de las plantas carnívoras, que presentan hojas redondeadas en forma de “cepo o mandíbula” que se cierran para atrapar los insectos por reacciones eléctricas activados por los pequeños pelos que poseen en su interior. Entre ellas están la conocida “Venus atrapamoscas” Dionaea muscipula y Aldrovanda vesiculosa, especie totalmente sumergida, cultivada en acuarios. (Géneros monotípicos de la familia DROSERACEAE).
Dianaea muscipula
1.2 Trampas activas de succión: Son igualmente plantas acuáticas, con pequeñas hojas en forma de esfera o vejiga, que, por intercambio de aire y agua, logran succionar las presas. No presentan raíces propiamente dichas y en esta categoría se incluyen las especies del género Utricularia. Que, según la literatura era uno de los grupos favoritos del naturalista Charles Darwin. De este grupo se tienen reportadas 218 especies en el mundo, de las cuales 32 se encuentran en Colombia.
2. Trampas semi-activas:
En estas especies el movimiento o reacción al atrapar un insecto es más lento o difícil de percibir. En esta categoría se encuentran las especies del género Drosera; también muy comunes y fáciles de reconocer por sus delgadas hojas dispuestas en roseta y cubiertas por numerosas vellosidades con gotas de sustancias pegajosas. Las hojas se pliegan o doblan lentamente cuando atrapan la presa. En Colombia se tiene reportadas 4 especies de las 187 descritas para esté género en el mundo. En este tipo de carnívoras se encuentran también las especies del género Pinguicula, conocidas como carnosas o GRASILLAS, que presentan hojas anchas y ovaladas, cubiertas también por diminutas vellosidades con sustancias pegajosas y que sus bordes se retraen o “encocan” cuando atrapan un insecto, para facilitar su asimilación. De este género en el mundo se describen 73 especies, dos de ellas reportadas para Colombia: P. calyptrata y P. elongata, en zonas de páramo a 4.000 metros de altitud.
Drosera sp
Pinguicula sp
3. Trampas pasivas:
3.1 Trampas pasivas de sustancias viscosas
Son plantas que sus hojas igualmente presentan sustancias viscosas y pegajosas, pero no se pliegan ni mueven tras la captura de sus presas. Ejemplo de estas son Drosophyllum lusitanicum y Byblis liniflora, esta última con numerosísimas y vistosas gotas cristalinas, que le confieren el nombre de “planta arco iris”.
Sarracenia sp.
Nepenthes spp.
3.2 Trampas pasivas de jarra o vaso
En este grupo se encuentran las especies que presentan sus hojas con modificaciones o adaptaciones con forma de jarra o vasos, que se les denomina como ASCIDIOS. Se presentan a su vez especies con los ascidios CÓNICOS, erguidos, delgados en la base y anchos en la parte superior, generalmente con una “tapa” para evitar la entrada de agua lluvia, que disuelve los jugos digestivos, por lo cual no se recomienda aplicar agua en su interior. De este tipo está la especie Darlingtonia califórnica y las especies de los géneros Heliamphora y Sarracenia.
De otro lado están las especies con los ascidios en forma de JARRA, donde atrapan sus presas por ahogamiento. Algunas de ellas son enredaderas y entre ellas se encuentran la especie australiana Cephalotus follicularis y las numerosas especies del género Nepenthes.
MANEJO Y RECOMENDACIONES GENERALES DE CULTIVO:
Para conocer esta información, te invitamos a consultar el artículo completo en nuestra página www.dejardines.com.
Textos:
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