Tan variados como las mismas plantas de interior, serán los recipientes que podemos emplear para cultivar nuestras plantas ornamentales. En la jardinería doméstica y especialmente en zonas rurales de Colombia, es frecuente observar que las plantas se siembran en cualquier tipo de recipiente que esté disponible, sin importar su forma, el tipo de material o color del mismo, y estos llegan a formar interesantes y vistosos conjuntos que hacen parte del colorido paisaje campestre.
Para el caso de espacios más urbanos, o de espacios institucionales y de arquitecturas más modernas, las tendencias son escoger recipientes mucho más homogéneos, en forma, color y material. No obstante, se debe tener en cuenta, que las plantas según su tipo o hábito de crecimiento natural, se desarrollaran mejor en materiales que semejen dichas condiciones naturales.
A continuación, presentamos las opciones más comunes y algunos trucos o tips que serán de ayuda al momento de escoger el recipiente ideal para tus plantas de interior:
- El peso del material cuenta: manejar recipientes demasiado grandes podrá ocasionar afecciones de salud, sobrecostos y dificultad para renovar los sustratos de siembra.
- Cuando se requieran recipientes de gran tamaño, por la escala del espacio, recordar que muchas de las especies desarrollan sus raíces en los primeros 20 o 30 centímetros de profundidad, y el resto de las materas se podrán rellenar con elementos livianos o falsos fondos, empleando recipientes como pequeñas canecas colocadas en forma invertida.
- Los orificios en el fondo de los recipientes son fundamentales, especialmente para aquellas especies que requieren de muy buen drenaje, como suculentas, crasas, cactus, orquídeas, palmas, anturios y bromelias. Así mismo un filtro en el fondo de la matera, formado por una capa de arena de pega, pequeñas piedras o ladrillo triturado, será de gran ayuda para un buen drenaje.
- Tener en cuenta el tamaño de la planta y el tamaño del recipiente. Por lo general es más recomendable sembrar las plantas pequeñas en recipientes pequeños e irlos cambiando a medida que la planta va creciendo, en lugar de sembrar una planta pequeña en un matero muy grande, dado que se puede presentar un exceso de humedad que no favorezca la especie.
- Para la siembra de especies epífitas, será más recomendable recipientes más anchos que profundos, como es el caso de las canastas de alambre, donde las raíces pueden tener una mejor aireación.
- No olvidar un complemento muy útil como son los soportes para las materas, que se pueden conseguir en diferentes materiales como plástico, madera o metal y favorecen tanto el drenaje como la recolección del riego sobrante. Así mismo algunos de ellos ayudan en la movilidad, dado que traen pequeñas rueditas que facilitan esta labor.
Tipos de recipientes
Materas de barro: Han sido los recipientes más tradicionales y de mayor uso en jardinería, son hechos de materiales nobles y naturales, que, en caso de dañarse, no ocasionan afectaciones al medio ambiente. Son de duración media a larga, y pueden ser pintados para prolongar su duración. Un inconveniente es que pueden llegar a ser muy pesados, si son demasiado grandes.
Materos de cemento: Este material por su versatilidad permite lograr tamaños grandes y múltiples formas, desde las geométricas tradicionales, hasta materos esféricos o cilindros alargados, que son apropiados para especies de gran porte o volumen, como es el caso de especies arbóreas en espacios públicos. También son muy pesados y por ende se debe seleccionar su sitio definitivo para no tener que estar moviéndolo de lugar. Adicionalmente se pueden pintar, decorar o permiten acabados muy elegantes para decorar espacios como oficinas y similares.
Materas de plástico: Son los recipientes más versátiles y frecuentemente empleados por los productores de plantas en los viveros comerciales, por ser muy livianos, resistentes, reciclables, duraderos y fáciles de limpiar. En la actualidad es posible conseguirlos en diferente calidades y colores vistosos que aportan a la decoración y embellecimiento de los espacios interiores. Es importante que este material, en caso de descartarse por daño o deterioro, debe ser manejado como material reciclable y no arrojarlo como basura.
Materos en acrílico: También son muy elegantes y decorativos. Son semejantes a los materos de cemento, se pueden encontrar en diferentes tamaños y formas, con la ventaja de ser más livianos, aunque su precio por la tecnología que requieren puede ser más elevado.
Materas metálicas: son poco frecuentes por lo costoso y pesados que pueden llegar a ser, sin embargo, en ocasiones presentan acabados muy decorativos y elegantes que dan mayor valor a las plantas que allí se siembren. Son muy duraderos y también se les debe asegurar los adecuados orificios en el fondo para facilitar el drenaje necesario.
Canastas de alambre o plástico: Como se mencionó son muy versátiles y apropiadas para muchas plantas de flor, plantas colgantes, muchos helechos y en general para plantas epífitas. Pueden estar acompañados de capachos de coco, que les aportan un toque natural.
Recipientes de madera: Sus formas y acabados pueden ser rústicos o pulidos, ofreciendo una gran variedad de tamaños y estilos. Son de vida corta por la calidad del material, pero es un elemento muy amigable con el medio ambiente. En algunas ocasiones se emplean trozos de troncos de árboles o palmeras labrados con forma de matero, para la siembra de otras plantas.
Recipientes reciclados: Una tendencia actual y ecológica, es la reutilización de diferentes envases de plástico (tipo PET), de vidrio o de metal, para la siembra de plantas decorativas o huertas caseras. Pueden ser muy económicos, y permiten ser pintados y decorados muy creativamente, para darle un toque artístico al lugar.
Trozos de guadua: Consiste en elaborar canastas con madera de guadua o emplear trozos de guadua con perforaciones, Este material natural y versátil, es muy empleado para la siembra de pequeñas plantas para oficina, en interior o exterior. Y muy apropiado para algunas epífitas como los helechos tipo cuerno (Platycerium spp.).