
Textos y fotografías: Mariana Agudelo
Para todos los amantes y apasionados de la jardinería que disfrutan crear e innovar con los diferentes beneficios culinarios que ofrecen las plantas ornamentales, traemos un postre de pasiflora, para complacer el paladar de forma exquisita.
Las pasifloras aparte de su gran potencial ornamental, también son reconocidas por la variedad de frutos comestibles que poseen. Precisamente estos son los utilizados en variedad de platos gastronómicos especiales con su toque entre cítrico y dulzón, consumidos en muchas partes en zumos, mermeladas, batidos y postres.
Para esta preparación se pueden utilizar frutos como el maracuyá, la gulupa o curuba; queda completamente a elección dependiendo del gusto.
Como recomendación, para obtener el jugo puro, extraerlo únicamente con la ayuda de un colador, sin añadirle agua. Una vez obtenido, se procede a mezclar la crema de leche y la leche condensada (puede ser en licuadora o con batidora) y luego se le agrega el jugo, revolviendo lento y suave hasta que cuaje, realmente el tiempo empleado en este paso es mínimo, por lo que se debe estar pendiente para evitar que se pase de punto y lograr una buena consistencia.
Luego se vierte en un molde para llevar a la nevera. Este postre también puede servir para esparcir sobre otros pasabocas, requiriendo de menos tiempo en la nevera, ya en el caso de querer consumirlo un poco más sólido, se debe dejar en la nevera hasta tenerlo en el punto deseado.
Por último, y no menos importante, dependiendo del agrado para fusionar con otros ingredientes, se puede agregar un poco de crema de café, galleta, entre otros para complementar la receta.
Para la crema de café, se utiliza crema de leche, y se bate pacientemente, hasta tenerla en un punto de densidad media, es decir, que se pueda esparcir con fluidez sobre el postre, cuando esto suceda, adicionamos una taza de café fuerte recién preparado. (La medida promedio es 16 gramos de café por 110 ml de agua), se mezcla suavemente hasta ajustarlo a la crema para dejar reposar y servir sobre el postre apenas se enfríe.
Esta es una opción de postre para compartir, mientras se disfruta de la compañía y de un juego de sabores.