Cuando abordé la tarea de investigar y escribir para esta edición de la revista, sobre el tema de los curazaos, veraneras o bouganvileas, como se reconoce a este atractivo y vistoso grupos de arbustos tropicales que engalanan jardines, corredores, portones y muchos otros espacios con sus coloridas y variadas inflorescencias, nunca pensé en encontrarme con una historia tan fascinante de trabajo y pasión por la botánica que tuvo una maravillosa mujer francesa, hace un poco más de 250 años.
Y para ponerle un poco más de misterio al relato, y mencionar la apasionante historia que está detrás del nombre de las bouganvileas, empezaré por darle un poco de contexto y descripción general al grupo del que hacen parte estas coloridas especies y más adelante retomaré dicha proeza.
En este sentido, es necesario mencionar que las bouganvileas, hacen parte de la familia botánica denominada como NYCTAGINACEAE, una familia de plantas compuesta principalmente por hierbas y arbustos, incluso árboles y algunas enredaderas tropicales y subtropicales, originarias en su mayoría del continente americano. Se caracterizan por tener hojas simples, de borde liso, sin estipulas, y generalmente opuestas, algunas de ellas alternas, como en el caso de las bouganvileas. Poseen pequeñas flores, sin pétalos, pero en ocasiones acompañadas de brácteas vistosas y coloridas, que forman un cáliz “petaloide” donde se forman igualmente sus pequeños frutos, en forma de aquenios, con una o pocas semillas.
Se trata de una familia botánica compuesta por 46 géneros aceptados, que agrupan cerca de 350 especies a nivel mundial. Para Colombia, se tienen reportados 12 géneros y unas 48 especies. Como se mencionó, formados principalmente por hierbas y arbustos, con algunos árboles pertenecientes a los géneros Neea y Guapira. A pesar de la considerable diversidad de especies, en términos ornamentales y paisajísticos, que es el interés de la Revista DeJardines, solo tres géneros tienen un uso reconocido a nivel mundial en jardines y zonas verdes; hacemos referencia a los géneros Bouganvillea, Mirabilis y Pisonia.
De estos dos últimos géneros en particular, se cultivan básicamente dos especies: Mirabilis jalapa y Pisonia umbellifera.
Mirabilis jalapa: Conocida como “Dondiego de Noche, Buenastardes, Donjuán de Noche o Trompetilla”, se distribuye naturalmente desde México hasta Argentina, y el apelativo “de noche”, obedece a que posee flores polinizadas por mariposas nocturnas y por ende solo se abren al final del día y durante la noche. Es cultivada por su abundante floración de variados colores, que van desde el blanco o amarillo y rosado a veces rojo, hasta mezclas heterogéneas de estos mismos; es apropiada para adornar jardines y zonas al aire libre.
Adicionalmente, sus atractivas flores poseen un olor agradable, que disminuye alrededor de las 8 de la mañana del día siguiente, momento en el cual los estambres y el estilo comienzan a enrollarse de nuevo, cerrándose la flor definitivamente al promediar la mañana. Es una planta rústica y de fácil cultivo, e incluso de proliferación espontánea, fácil y rápida, al punto que si no se controla puede cubrir ampliamente el jardín.
Pisonia umbellifera. “variegata”: Conocida en inglés como: birdcatcher, birdlime tree, catchbird y árbol de la liga en español; se refieren a árboles “atrapa pájaros”, debido a sus pegajosos frutos. A pesar de este inconveniente, esta planta es utilizada en jardinería y horticultura, como planta para maceta.
Es cultivada por su atractivo follaje, de tonos verdes y blancos, en forma variegada, que debe ser podada una vez aparecen sus flores, con el fin de evitar que sus frutos afecten a diferentes insectos y a nuestros emplumados amigos los pájaros.
GÉNERO BOUGAINVILLEA
Presenta unas 22 especies aceptadas, con Bougainvillea spectabilis Willd, como la especie tipo, que, junto con B. glabra y B. peruviana, son las más reconocidas y cultivadas en Colombia, por su variada y vistosa floración, que ha generado un sinnúmero de “variedades o cultivares” y que reciben los nombres de VERANERAS, CURAZAOS, TRINITARIAS, PRIMAVERAS, FLOR DE PAPEL o simplemente BOUGANVILEAS.
Y es aquí donde retomo la emocionante historia de hace 250 años, asociada al origen del nombre de este grupo. De acuerdo con varias fuentes: “El nombre del género fue dedicado por el naturalista y botánico francés Philibert Commerson al almirante, abogado y explorador francés Louis Antoine de Bougainville (1729-1811), quien, según la literatura, llevó estas plantas a Europa desde Brasil, luego de su expedición alrededor del mundo entre 1766 y 1769.
Hasta acá todo normal, sin embargo, a lo que no se hace mucha mención y reconocimiento, es que el trabajo de Commerson, contó con la ayuda desmedida de una mujer: Jeanne Baret, quien para la época, y debido a que las mujeres no podían abordar embarcaciones de la armada francesa, debió disfrazarse de hombre para acompañarlo en el mencionado periplo, bajo el nombre de Jean Baret y que según palabras del mismo Commerson se refirió a Baret como su “bestia de carga”, en dichas expediciones sobre difíciles terrenos, por su reputación de coraje y fuerza durante su paso por Montevideo y el estrecho de Magallanes, entre otros lugares. Luego de descubierto el “secreto” de Baret, son obligados a desembarcar en las islas Mauricio, donde fueron invitados a alojarse en la casa Pierre Poivre, director del jardín botánico, y pocos años después, muere Commerson en el año 1773.

Posteriormente en aquellas islas, Baret conoce y se casa con el oficial naval francés, Jean Dubernat, en 1774 en la Catedral de Port Louis, para luego ambos regresar a Francia, y completar así la vuelta al mundo, salvaguardando cerca de 30 cajas con 6000 especímenes o muestras vegetales que había recolectado con Commerson, convirtiéndose así en la primera mujer en circunnavegar el mundo, dejando, además, un valioso aporte a la historia de la botánica mundial.
(Fuentes consultadas y recomendadas: El viaje de Jeanne Baret, la primera mujer que circunnavegó el mundo (en secreto) En: https://www.bbc.com/mundo/noticias-57409651
Aunque Commerson fue quien descubrió la especie denominada como Boungainvillea spectabilis, de acuerdo con los protocolos y normas de la nomenclatura vegetal, fueron los botánicos Antoine-Laurent de Jussieu, en 1789, y Carl Willdenow, en 1999, quienes validaron el nombre del género y de la especie, para la ciencia y para la posteridad.
Valga la ocasión para hacer un reconocimiento a todas aquellas mujeres, botánicas o no, que dedican su vida al mundo de las plantas, y una voz de aliento, para que no desfallezcan en tan valioso esfuerzo y conserven su dedicación.
Retomando el tema de las especies más cultivadas de Bougainvillea, B. glabra y B. spectabilis, ambas originarias de Brasil, y “descubiertas” por la mencionada pareja de botánicos franceses, en su paso por este país, se puede decir que se diferencian principalmente por sus hojas, ya que la primera de ellas posee hojas más lisas y brillantes, y la segunda es más opaca y con vellosidades o pubescencia en el envés de la hoja. Pero cabe resaltar un comentario encontrado en el “Manual de Plantas de Costa Rica”, donde menciona que “NYCTAGINACEAE es una de las familias de dicotiledóneas peor conocidas taxonómicamente en el Neotrópico; casi todos los géneros necesitan revisiones críticas.” Otro reto más para aquellos jóvenes botánicos o botánicas que apenas comienzan sus estudios.
RECOMENDACIONES GENERALES DE MANEJO Y CULTIVO
En cuanto al cultivo y manejo de las veraneras, este es realmente fácil y sencillo; por esto es común verlas a pleno sol acompañando jardines y fachadas, tanto en las ciudades como en las vías rurales del país, desde el nivel del mar, hasta las zonas altas de clima frío, teniendo presente que el exceso de sombra desfavorece la floración y solo propicia la producción de hojas.
Son muy adecuadas para formar setos, arcos, o como arbusto en la tierra, o bien en macetas y canastas colgadas, donde reciban suficiente luz solar directa. Así mismo, son ideales para formar bonsái, logrando ejemplares de porte vistoso y floración llamativa.
Dada la dificultad de formar frutos, y por ende de obtener semillas, su propagación se puede realizar básicamente por acodos aéreos o esquejes semi leñosos, empleando un sustrato arenoso. De acuerdo con la literatura, las buganvileas, se desarrollan mejor en suelos neutros con pH entre 5,6 y 7,5, que posean un adecuado drenaje, puesto que no soportan los encharcamientos frecuentes o el exceso de humedad. Es incluso recomendable cuando están sembradas en macetas o canastas, dejar secar el sustrato entre riego y riego, para inducir la floración.
Otra recomendación importante son las podas de formación, una vez haya pasado la época de máxima floración, donde se deben eliminar los extremos de las ramas principales, teniendo cuidado con las espinas afiladas que puedan presentar; esto con el fin de lograr la forma deseada y fomentar la aparición de nuevas inflorescencias. De igual forma, dicha poda puede favorecer el control de ácaros, que es una de las plagas más frecuentes en las bouganvileas y que ocasionan el enrollamiento en el borde de las hojas, al punto de llegar a secar toda la planta. Una práctica preventiva y que puede evitar el uso de acaricidas, es el empleo frecuente de insecticidas de tipo orgánico, elaborados con extractos de plantas como el Neem, ajo o tabaco.


Textos y fotografías:
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