Desde hace unas décadas atrás, en los jardines tropicales o bien en los corredores de las casas y fincas, incluso debajo de frondosos árboles, es muy común observar unas extrañas plantas sembradas en canastas, de grandes hojas verde grisáceo que forman una especie de “nido” de las cuales a su vez salen hacia arriba o cuelgan otras hojas igualmente delgadas, que parecieran que no paran de crecer. Se trata de un conjunto de especies pertenecientes, aunque no se parecen, al gran grupo de los helechos y que son comúnmente conocidos como Platicerios o Cuernos de Alce. La similitud más inmediata con los helechos, es su forma de reproducción natural, que también es a partir de esporas.

Estos conforman un género de helechos denominado Platycerium, perteneciente a la familia Polipodiaceae. Este fue descrito por el francés Nicaise Augustin Desvaux (profesor de botánica en Bellevue cerca de Angers, quien llegó a ser Director del Jardín Botánico de dicha ciudad) y publicado en “Memorias de la sociedad Linneana” de Paris en 1827, siendo la primera especie descrita: Platycerium alcicorne Desv.

El nombre genérico “Platycerium” es de origen griego, donde significaba “cuernos aplastados” haciendo alusión de la forma aplanada de sus hojas o frondas, muy semejantes a la cornamenta de un alce.

La forma de los Platycerium

Todas las especies de Platycerium crecen en forma epifita, generalmente sobre los troncos de los árboles, aunque algunas especies de regiones secas llegan a crecer sobre las rocas. Una planta de Cuerno de Alce, tiene dos partes fácilmente diferenciables entre sí: la base o escudete, que de hecho es la primera que se desarrolla cuando está juvenil, siendo formada por hojas o frondas estériles (es decir, que no producen esporas) que se sobreponen unas a otras, llegando a formar una “especie de nido” con forma de embudo, donde se acumula hojarasca, detritos y hojas viejas, de las cuales se alimenta el helecho. Del escudete a su vez, en la parte interna se desarrollan sus finas, delgadas y muy frágiles raíces con las que se adhieren a los tallos.

Y la segunda parte la conforman el haz de frondas, que pueden ser colgantes o erectas, dependiendo de la especie, en las cuales cuando la planta alcanza su madurez, se forman los parches de esporas. Estas hojas fértiles son de forma muy variable y pueden ser enteras (solo en P. angolense) o divididas. Incluso, algunas de ellas llegan a dividirse una y otra vez, como es el caso de P. coronarium. Otra particularidad de los Platycerium, es que las frondas nunca se desarrollan en forma de espiral, como ocurre normalmente en el resto de los helechos.

Asimismo, es característico la pubescencia o vellosidad que recubre las hojas, por ejemplo los P. andinum se reconocen cuando están pequeños, por su capa blancuzca o cremosa que los recubre. Otras especies, por su parte, son casi glabras (sin vellos) y en otras la superficie es cerosa, dándole un brillo particular, como en el caso de P. stemaria.

Fuente: Rivero, Juan A. 1988

Por estas llamativas y atractivas formas de las hojas de los Platycerium, estas plantas se convierten para los diferentes tipos de jardines, en un atractivo que le dan un toque natural y tropical al espacio. Un helecho tipo Cuerno de Alce adulto de varias décadas, sembrado en una canasta, puede llegar a medir más de un metro de diámetro y a pesar hasta 100 kilos.

Reproducción de los Platycerium

“Durante muchos años, estas plantas estuvieron envueltas en el misterio porque no se entendía cómo podrían multiplicarse. Sólo en 1850 un librero alemán logró revelar el misterio: observó en la parte inferior de las hojas, las esporas, mediante las cuales la planta se multiplica”. (Elicriso: como cultivar platycerium)

Estos tipos de helechos pueden reproducirse de varias formas: en forma vegetativa, por medio de la división de plantas, en el caso de aquellas especies que producen “hijuelos” o “rebrotes” en la misma planta, que les sirve para cubrir o rodear por completo los troncos de los árboles, llegando a  formar grupos o colonias de múltiples individuos. Una de las especies más conocidas y de hecho más fácilmente cultivadas por esta misma razón es P. bifurcatum, de la cual se pueden obtener continuamente “hijuelos” que pueden ser sembrados en nuevas canastas, troncos o canutos de guadua, obteniendo así nuevas plantas. Otro método vegetativo es a partir de cultivo de tejidos de partes de una planta, pero esta práctica no es sencilla y requiere de condiciones de laboratorio que encarece su cultivo.

La otra forma, y de hecho la forma natural en que se dispersan los helechos tipo cuerno, es la reproducción sexual, la cual se logra a partir de esporas. Por este método, si bien, existe un enorme potencial de producir miles de nuevas plantas, dado que las esporas se producen en enormes cantidades éste no es tan sencillo y requiere de tiempo, mucha experiencia y condiciones muy controladas (tanto de sustratos, humedad y temperatura). De hecho hay que mencionar que la reproducción por esporas, solo es parte del ciclo de la reproducción sexual, que sucede en todos los helechos y plantas afines como las sellginelas, licopodios y musgos, entre otros.

Este ciclo reproductivo será descrito en próximas ediciones de la Revista DeJardines, y para aquellos que desean incursionar en la reproducción por esporas de Platycerium, les recomendamos consultar el texto de Juan A. Rivero: “Los Helechos Platicerios o Cuernos de Alce”, una publicación de la Sociedad de Horticultura del Oeste. Puerto Rico. 1998 o en el siguiente enlace: (Cuaderno de Campo).

Distribución geográfica y clasificación de los Platycerium

 

La mayoría de especies helechos tipo cuerno, como su aspecto lo evidencia, son originarias de las regiones tropicales y subtropicales del planeta, particularmente de África, Madagascar, Malasia y el norte de Australia. Con una sola especie en América del sur, encontrada naturalmente en Perú y Bolivia (P. andinum).

Como se mencionó anteriormente, los Platycerium pertenecen a la familia Polypodiaceae, la cual a su vez reúne cerca de 200 géneros y aproximadamente unas 7500 especies. Sin embargo, lo interesante de estas cifras es que el género de los Platycerium tan solo lo componen unas 18 especies, comúnmente reconocidas por botánicos y cultivadores, siendo muy factible llegar a tener la colección completa de este grupo. Incluso, actualmente en las principales bases de datos Ver: (The Plant List), por los avances tecnológicos, estudios evolutivos y de ADN, tan solo están aceptadas 9 especies y para las otras 9 su nombre científico está por resolver. En la siguiente tabla se resumen las especies y se agrupan por su sitio de distribución natural.

 

LA TAREA PARECE FÁCIL Y EL RETO ES SENCILLO: CONVERTIRSE EN UN COLECCIONISTA DE PLATYCERIUM O HELECHOS TIPO CUERNO

Hernán Dario Rincon
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